SOPA DE CEBOLLA...
Ingredientes para 6-8 personas
Cebolla - 5 unidades
Rebanadas de pan - 10 unidades
Caldo de carne - 1 litro
Mantequilla - 50 gramos
Aceite de oliva - 30 mililitros
Ajo - 2 dientes
Sal - al gusto
Pimienta negra - al gusto
Harina de trigo - 2 cucharadas
Queso rallado - 100 gramos
Coñac - 15 mililitros
Pasos de la Sopa de cebolla
Lo primero que vamos a hacer es pelar las cebollas y cortarlas por las mitad. A continuación, partimos estas mitades en finas láminas, tipo juliana. El tipo de corte es muy personal, pero a mí me gusta cortarlas de este modo porque luego es más fácil coger una buena cucharada de cebolla. Si las picamos finamente, el resultado será muy parecido, pero la textura de la sopa será algo distinta. Intentaremos elegir cebollas dulces, para que al caramelizarlas aporten un sabor único a nuestro plato.
Pelamos y picamos finamente uno de los dos dientes de ajo. En una olla de fondo grueso, ponemos a calentar el aceite y la mantequila. Es importante elegir ingredientes de calidad. Personalmente me he decantado por un aceite de oliva suave, para que su sabor no reste demasiado protagonismo a la cebolla.
Una vez que la mantequilla se ha fundido con el aceite, añadimos a la olla el diente de ajo, las cebollas laminadas, un poco de sal y pimienta negra. Cocinamos a fuego medio-bajo hasta que las cebollas adquieran un tono ligeramente dorado. Es importante llevar cuidado en este punto, y no subir demasiado el fuego para que la cebolla no se nos queme.
Una vez que la cebolla está bien transparente, añadimos a la olla la harina y mezclamos para que ésta se reparta lo más uniformemente posible. A continuación, vertemos el coñac y volvemos a mezclar.
Añadimos el caldo de carne y mezclamos. Cocinamos, a fuego suave, durante 20 minutos removiendo de vez en cuando. Mientras la sopa se va haciendo, cortamos las rebanadas de pan y las tostamos. Podemos hacerlo poniéndolas en una bandeja para horno y haciendo uso del grill, o también podemos tostarlas por tandas en una tostadora.
Una vez que tenemos el pan tostado, pelamos un diente de ajo y lo restregamos sobre la miga de cada rebanada. Reservamos. Rallamos el queso y reservamos.
Cuando la sopa está lista, la servimos en una taza o tazón, ponemos dentro una rebanada de pan, hundiéndola un poco en la sopa, y, sobre el pan, esparcimos un poco de queso rallado. Por último, y justo antes de servir, gratinamos en el horno el queso hasta que se funda. Servimos de inmediato.
Notas y Consejos
Como he mencionado en los pasos de la receta, la elección de buenos ingredientes, y de cebollas dulces, es clave para obtener una sopa de calidad. No obstante, en el mercado hay numerosos tipos de cebolla, por lo que os sugiero que probéis a hacer esta deliciosa sopa con distintas variedades, así como distintos tipos de aceite y mantequilla. Experimentar con los ingredientes, y las técnicas, es la mejor forma de dar con el plato que más se adapte a nuestros gustos.
Ingredientes para 6-8 personas
Cebolla - 5 unidades
Rebanadas de pan - 10 unidades
Caldo de carne - 1 litro
Mantequilla - 50 gramos
Aceite de oliva - 30 mililitros
Ajo - 2 dientes
Sal - al gusto
Pimienta negra - al gusto
Harina de trigo - 2 cucharadas
Queso rallado - 100 gramos
Coñac - 15 mililitros
Pasos de la Sopa de cebolla
Lo primero que vamos a hacer es pelar las cebollas y cortarlas por las mitad. A continuación, partimos estas mitades en finas láminas, tipo juliana. El tipo de corte es muy personal, pero a mí me gusta cortarlas de este modo porque luego es más fácil coger una buena cucharada de cebolla. Si las picamos finamente, el resultado será muy parecido, pero la textura de la sopa será algo distinta. Intentaremos elegir cebollas dulces, para que al caramelizarlas aporten un sabor único a nuestro plato.
Pelamos y picamos finamente uno de los dos dientes de ajo. En una olla de fondo grueso, ponemos a calentar el aceite y la mantequila. Es importante elegir ingredientes de calidad. Personalmente me he decantado por un aceite de oliva suave, para que su sabor no reste demasiado protagonismo a la cebolla.
Una vez que la mantequilla se ha fundido con el aceite, añadimos a la olla el diente de ajo, las cebollas laminadas, un poco de sal y pimienta negra. Cocinamos a fuego medio-bajo hasta que las cebollas adquieran un tono ligeramente dorado. Es importante llevar cuidado en este punto, y no subir demasiado el fuego para que la cebolla no se nos queme.
Una vez que la cebolla está bien transparente, añadimos a la olla la harina y mezclamos para que ésta se reparta lo más uniformemente posible. A continuación, vertemos el coñac y volvemos a mezclar.
Añadimos el caldo de carne y mezclamos. Cocinamos, a fuego suave, durante 20 minutos removiendo de vez en cuando. Mientras la sopa se va haciendo, cortamos las rebanadas de pan y las tostamos. Podemos hacerlo poniéndolas en una bandeja para horno y haciendo uso del grill, o también podemos tostarlas por tandas en una tostadora.
Una vez que tenemos el pan tostado, pelamos un diente de ajo y lo restregamos sobre la miga de cada rebanada. Reservamos. Rallamos el queso y reservamos.
Cuando la sopa está lista, la servimos en una taza o tazón, ponemos dentro una rebanada de pan, hundiéndola un poco en la sopa, y, sobre el pan, esparcimos un poco de queso rallado. Por último, y justo antes de servir, gratinamos en el horno el queso hasta que se funda. Servimos de inmediato.
Notas y Consejos
Como he mencionado en los pasos de la receta, la elección de buenos ingredientes, y de cebollas dulces, es clave para obtener una sopa de calidad. No obstante, en el mercado hay numerosos tipos de cebolla, por lo que os sugiero que probéis a hacer esta deliciosa sopa con distintas variedades, así como distintos tipos de aceite y mantequilla. Experimentar con los ingredientes, y las técnicas, es la mejor forma de dar con el plato que más se adapte a nuestros gustos.
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