Pollo al ajillo. Receta tradicional.
Con un pollo al ajillo como éste os aseguro que vais a triunfar, es muy fácil de hacer, es una receta tradicional donde las haya, y si la hacemos con un poquito de cariño, el resultado será perfecto.
A mí me gusta dejarle el pellejo, así tendrá mejor color y aporta más jugo al caldo, pero luego no me lo como...
Un pollo troceado (aunque yo uso medio pollo)
Una cabeza de ajos pelados
Dos cucharadas de harina
1/2 vaso de vino blanco
1 pastilla de caldo de carne
Aceite de oliva (1 o 2 cucharadas)
Sal y pimienta
1. Pasamos los trozos de pollo por harina, los sacudimos bien para eliminar el exceso de harina. (La harina dará más consistencia al caldito). Reservamos.
2. Pelamos los ajos, y lo quebramos de un golpe seco (así se cocinan enteros, pero al estar rotos, sueltan más jugo).
En una sartén u olla plana sofreímos los ajos y antes de que se doren, cuando el aceite ya huela a gloria, los retiramos y añadimos el pollo.
3. Cocinamos el pollo por todos sus lados (fuego medio), hasta que se vea algo dorado (superficialmente, por dentro está crudo).
4. Añadimos los ajos, el vino blanco, la pastilla de caldo, y un pellizco de sal y pimienta.
Y cocinamos todo a fuego lento, cubriendo con una tapadera (facilita que el pollo se haga antes y quede jugoso, ya que la tapadera condesa su propio jugo).
5. Cocinamos unos 20 o 30 minutos, según la cantidad de pollo, hasta que tenga un delicioso color dorado. Cuando sirvamos, podemos echarle por encima perejil fresco picado.
Con un pollo al ajillo como éste os aseguro que vais a triunfar, es muy fácil de hacer, es una receta tradicional donde las haya, y si la hacemos con un poquito de cariño, el resultado será perfecto.
A mí me gusta dejarle el pellejo, así tendrá mejor color y aporta más jugo al caldo, pero luego no me lo como...
Un pollo troceado (aunque yo uso medio pollo)
Una cabeza de ajos pelados
Dos cucharadas de harina
1/2 vaso de vino blanco
1 pastilla de caldo de carne
Aceite de oliva (1 o 2 cucharadas)
Sal y pimienta
1. Pasamos los trozos de pollo por harina, los sacudimos bien para eliminar el exceso de harina. (La harina dará más consistencia al caldito). Reservamos.
2. Pelamos los ajos, y lo quebramos de un golpe seco (así se cocinan enteros, pero al estar rotos, sueltan más jugo).
En una sartén u olla plana sofreímos los ajos y antes de que se doren, cuando el aceite ya huela a gloria, los retiramos y añadimos el pollo.
3. Cocinamos el pollo por todos sus lados (fuego medio), hasta que se vea algo dorado (superficialmente, por dentro está crudo).
4. Añadimos los ajos, el vino blanco, la pastilla de caldo, y un pellizco de sal y pimienta.
Y cocinamos todo a fuego lento, cubriendo con una tapadera (facilita que el pollo se haga antes y quede jugoso, ya que la tapadera condesa su propio jugo).
5. Cocinamos unos 20 o 30 minutos, según la cantidad de pollo, hasta que tenga un delicioso color dorado. Cuando sirvamos, podemos echarle por encima perejil fresco picado.
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